Pero, porqué tantos cipreses en la Toscana?

Empecemos por el principio: el ciprés no es una planta originaria de la Toscana, sino que proviene de la antigua Persia. En Persia se utilizaba como planta ornamental en jardines y en villas, y con el tiempo se extendió por todo el Mediterráneo oriental. Fueron los griegos y los fenicios que importaron éste precioso y elegante árbol en Italia y los etruscos empezaron a plantarlo por todo el territorio de la Toscana.

Su forma cónica y esbelta hacia el cielo y su altura nos sugieren una conexión entre el cielo y la tierra; y seguramente por esto los encontramos también siempre presentes como planta ornamental en los cementerios desde tiempos bien antiguos.

En el siglo XV, el ciprés experimentó una nueva fase de amplia difusión: las familias nobles y los grandes terratenientes fomentaron su plantación en los jardines y en sus propiedades. 

Ejemplares aislados, avenidas o en pequeños núcleos, colocados cerca de villas, iglesias, castillos o cruces de carreteras y caminos, servían como punto de referencia para los viajeros. Es por esto que en Toscana, podríamos resumir que la utilización de ésta planta ha sido siempre por un lado decorativa y por otro, practica.

En virtud de su longevidad, según una usanza ya expandida en época de los Romanos, el ciprés ha sido utilizado como senal de frontera entre territorios adyacentes y también aparece aislado en el campo. La tradición de colocar cipreses (sobretodo dos) en la entrada de una propiedad, es aun hoy en día una característica muy utilizada que también tiene sus raíces en época antigua.

En la cultura rural, tenían también funciones para el trabajo de los agricultores: separaban hileras de huertos y para ayudar a sujetar los viñedos. Otros ejemplares de cipreses se utilizaban para defender los campos cultivados del ataque de las bandadas de pájaros y para echar a los pájaros a través de la extension de redes. El ciprés se utilizaba también como sostén de los pajares después de que se le quitaran las ramas.

Ademas, los cipreses se utilizaban alrededor de las casas rurales como antiguo testimonio de la tradición la cual hacían las familias patriarcales de plantar un ejemplar cerca de casa en ocasión del nacimiento de cada hijo.

Hoy en día en Toscana, es imposible no plantar nuevos cipreses alrededor de las casa rurales o a lo largo del camino de acceso, como testimonio de una tradición aun viva y presente que hace que la planta del ciprés no desaparezca.

Durante un viaje por la Toscana seguramente podréis contemplar pequeños ‘bosques’ de cipreses…éstos se utilizaban como zonas de caza, donde los cazadores los utilizaban para atraer aves.

Finalmente, el interés por el ciprés cómo árbol forestal ha sido siempre muy importante, debido a la productividad y a la calidad de su madera, robusta, fina, elegante, de gran duración y perfumada. Por esto, desde hace siglos se ha utilizado para la construcción en carpintería. 

El ciprés se conoce también por su marcada capacidad de adaptación a los terrenos mas áridos y estériles, y en Toscana ha sido utilizado en repoblación forestal con funciones de protección ya en el 800-900.